Equipo Clavijo Plus Ultra: ¿Cómo nos embarcamos en esta historia?

Seguro que más de uno de vosotros se estará preguntando por qué cuatro personas humanas deciden meterse en esto del Rally Mongol. Una historia que despierta todo tipo de reacciones, desde el "Estás loco, no sabes dónde te metes" hasta el mayor entusiasmo de "Cómo me gustaría hacer algo así".

Pues bien, ahí van unos antecedentes:

Finalizaba el verano de 2006, y un servidor de ustedes (David R.), un viernes por la mañana camino de su trabajo como humilde becario en un pequeño despacho de ingeniería, iba hojeando uno de esos periódicos gratuitos que dan en el metro u otros lugares concurridos. Y hubo una noticia que le impactó: "Dos españoles, componentes del equipo The Spanish Bullfighters, ganan el Rally Mongol conduciendo un Citroen Ax más de 10.000 km entre Londres y Ulán Bator".

"Alucinante", pensé. ¿Quién tuviera tiempo para hacer algo así. Sobre todo aquel verano, que con las prisas de terminar el Proyecto Final de Carrera no había viajado a ningún sitio (el único sin viajes desde 2003). Y la cosa no pasó de un comentario durante el almuerzo a un compañero de trabajo.

Pasó más de un año hasta que volví a ver una noticia relacionada con el evento. Y terminé por ponerme a ver varios vídeos en youtube de equipos que corrieron el rally en 2007. Os pongo aquí algunos:

Unos franceses en un R4, con música de los Kaiser Chiefs.

Otros franceses en un Citroen 2CV

Ingleses en, creo que Lada Samara o FSO Polonez. Imágenes alucinantes, aunque al cambiarle la música el vídeo ha perdido.

Y otro vídeo de 2006 en el que se ve el espíritu original del Rally con viejos cacharros capaces de atravesar cualquier camino de cabras o vadear un río sin inmutarse.

Me entusiasmé tanto con la idea, que empecé a buscar noticias; y finalmente me puse en contacto con los Spanish Bullfighters para saber cómo participar; y en julio de 2008, sin tener aún compañeros seguros para esta aventura me fui a Madrid para ser voluntario en la salida de ese año; con la intención de participar el año siguiente, para superar el viaje que hicimos en EEUU en 2008.

Finalmente no fue posible, tampoco en 2010, pero por el camino he recorrido todas las posibles rutas en Google Earth, he calculado distancias, tiempos y me he informado de los lugares que visitaríamos (así descubrí a González de Clavijo, de quien hablaré en otra ocasión).

Y lo más importante, hemos sido muchos los que nos hemos entusiasmado con esta idea del Rally Mongol: aventureros con ganas de estar on the road again, sin más límite que un plano de carreteras y una guía de viajes.

Así que en julio de 2010 fuimos Pau y servidor a colaborar en la salida de Barcelona, envidiosos de no poder montar en uno de esos coches que salían hacia Mongolia; y resistimos cuatro, del grupo inicial, en el empeño de tomarnos el veintipico de agosto de 2011 una cerveza a la salud de todos vosotros en Ulán Bator.

Va a ser alucinante.